¡Un último empujoncito y nuestros cultivos habrán superado el verano con éxito!
Hablando de sol, muchos me habéis preguntado cuántas horas de luz necesitan vuestras zanahorias, naranjas, lechugas… ¿qué te parece si te hago una pequeña lista para quede todo más claro?
Antes de nada, si todavía estás en el punto de elegir la mejor ubicación para tu huerto, este contenido puede servirte para decidir una buena área, idealmente elige un terreno que disponga de 6 a 8 horas de luz solar.
No te preguntes dónde se verán mejor tus plantas, sino donde tendrán más posibilidades de crecer.
Cultivos de hoja: los menos exigentes
A ciertas variedades como las espinacas o las lechugas les bastará con poco más de 4 horas de luz solar directa al día para producir una abundante cosecha.
No les importa estar cerca de otros cultivos más “frondosos” que les den sombra parcial, ya que prefieren unas temperaturas más frescas; este es también el caso de todos los cultivos pertenecientes a la familia de la col, el perejil, el cilantro o la menta, por ejemplo.
¡Conviértelo en una ventaja! Estos cultivos, al recibir menos luz al día, crecerán a menor velocidad y desarrollarán hojas o frutos más pequeños que las mismas especies a pleno sol. Pero esto no es un inconveniente: este comportamiento puede servirte para cosechar de manera escalonada si plantas una parte en la zona más soleada y otra en la más sombría.

Cultivos de raíz: cuidado con la sombra
Estos vegetales tampoco necesitan de largos períodos de insolación, a partir de unas 6 horas será suficiente para que puedan prosperar sin mayor problema. Este es el caso de zanahorias, rábanos o remolachas, por ejemplo.
Si bien es cierto que no necesitan tanta cantidad de sol como otros cultivos, no se recomienda que pasen mucho tiempo a la sombra. Es por ello que no se recomienda sembrarlos cerca de tus plantas de tomate, ya que la sombra de sus hojas puede dificultar el crecimiento de tus cultivos de raíz.
También pertenecen a este grupo las patatas y demás tubérculos, es por ello por lo que te recomiendo cultivarlas cuando los días son más cortos y, por consecuencia, menor será su exposición a los rayos del sol.

Hortalizas frutales: ¡queremos sol!
El cultivo de las hortalizas que crecen por encima del suelo como tomates, calabazas o guisantes es un poco más delicado y exigente que las anteriores. Necesitarán por tanto más de 6 horas de luz, idealmente unas 8 horas, ya que necesitan la energía del sol para desarrollar sus frutos.
Es también la exposición solar la que beneficia la maduración del fruto, por lo que dedica tus zonas más soleadas a estos cultivos.
Las judías, los pepinos y el maíz requieren aún más luz solar, en torno a unas 10 horas, por lo que si no dispones de una parcela con estas condiciones quizá prefieras decidirte por otros cultivos.

Árboles frutales: los más delicados
Como ya sabéis, los árboles frutales son los cultivos más frágiles dentro de un huerto. Están más expuestos a plagas, necesitan de unas condiciones de suelo y climas especiales… y la exposición solar, por supuesto, es uno de esos factores.
Normalmente no necesitarán más horas de sol que las hortalizas frutales, esto es, con 8 horas de exposición solar directa debería bastar. Pero es especialmente importante evitar que las sombras le quiten la luz; su mayor enemigo es la humedad, pues beneficia el ataque de plagas.
¡Pero lo último que quiero es desanimarte! Si tu terreno cumple todas las condiciones, ve a por todas, hay pocas sensaciones tan gratificantes como recoger tus propias naranjas directamente del árbol.

De todas formas, el mejor consejo que puedo darte es: ¡mira a tu alrededor! Abre la ventana, sal a la terraza, pasea por el huerto… sea cual sea tu terreno, observa sus condiciones particulares.
Te bastarán unos pocos días para saber las horas de sol que reciben tus cultivos, cuáles reciben sombra, cuáles están en riesgo de quemarse… la observación del entorno es uno de los pilares de la Permacultura.
Y si aún no has plantado nada, ¡no te preocupes! Puedes empezar a preparar el terreno después de planificar todo bien, para que no te vuelva a pillar el toro y el próximo verano puedas saborear tus cosechas con tu familia y amigos.